• Spotify
  • Mapa Covid19

Letras Desnudas

Mario Caballero

Hoy en día, caer en la trampa de las noticias falsas es una de las cosas más fáciles del mundo. Todos, sin excepción, somos presas fáciles de la desinformación. Con tantos medios de comunicación y redes sociales, tenemos al alcance de un toque en el celular un universo insondable de datos y hechos de los que nadie se preocupa por verificar, pero que damos por verídicos.

Cuando Hannah Arent estudió los orígenes del totalitarismo, dijo que la cimentación del pensamiento autoritario se basa en la falta de distinción entre la verdad y la mentira. Tal parece que en el tiempo que hoy vivimos, donde la mayoría está sumergida en el océano de la digitalización, también son tiempos de polarizaciones extremas y populismos desaforados, en los que la verdad no tiene valor de cambio.

Ante ello las redes sociales se han convertido en una herramienta poderosísima de manipulación política. ¿Y qué hace la gente? En lugar de consultar diversos medios con distintos puntos de vista, sigue las noticias y opiniones que confirman sus prejuicios. No están dispuestos a cotejar, investigar y cerciorar lo que leen, ven o escuchan. Todo lo contrario, quieren oír, ver y leer todo lo que publiquen los que piensan como ellos. Como se dice popularmente: quieren ver sangre.

Facebook, que es una de las plataformas más populares en el mundo, dejó de ser ese medio en el que las personas sólo presumían sus nuevos zapatos, sus vacaciones, su nuevo coche o que está de compras en la plaza comercial o tomándose unos tragos con sus amigos. Ahora se utiliza para engañar impunemente y muchas veces detrás del cobarde anonimato.

Para mayor inri, Facebook es en la actualidad el principal insumo de una industria a la que podríamos llamar de la falsedad. Ya la hubieran deseado los grandes manipuladores de los regímenes totalitarios como Joseph Goebbels, el jefe de propaganda en la Alemania nazi cuya postura moral era muy clara: él contaba la verdad, sus enemigos las mentiras.

Esa misma postura mantienen muchos actores políticos en épocas actuales en todas partes del orbe para engañar y controlar a la sociedad. Ejemplos hay muchos. Cito uno de lo más relevante antes de analizar el caso Chicomuselo, donde supuestamente dos grupos criminales dejaron un reguero de cadáveres tras un enfrentamiento.

LA MENTIRA COMO CARNADA

De acuerdo con diversos reportes, Donald Trump dijo 2 mil 140 mentiras comprobadas durante su primer año de gobierno, y antes y durante su administración logró polarizar al electorado. ¿Cómo lo hizo? A través de, sí, Facebook.

Resumo la historia. El magnate de piel naranja contrató una empresa que usa datos con fines propagandísticos. Su nombre, Cambridge Analytica (CA), que obtuvo, al parecer de manera ilegal, los perfiles de 50 millones de usuarios estadunidenses de Facebook, de los que pudo conocer un chorro de información sobre los gustos, preferencias y prejuicios de los votantes. Ergo, a cada uno de ellos les envió publicidad personalizada con la clara intención de favorecer a Trump incluyendo noticias falsas que fueron publicadas en esta red social, medios afines y blogs ficticios.

Obvio, detrás de esta enorme operación mediática hubo una persona, Steve Bannon, coordinador de la campaña presidencial del republicano. Junto con CA no sólo tergiversó los hechos, sino también inventó realidades alternativas. En este punto es preciso mencionar, para todos aquellos incrédulos, que según Facebook sus datos no pueden ni fueron vulnerados. Sin embargo, en los hechos Bannon y CA utilizaron los datos de todos esos usuarios para manipularlos.

Repito: con esos datos Trump polarizó, pero también creció y se ganó la confianza de millones de electores ofreciéndoles lo que ellos querían escuchar, como el derecho a poseer armas, la expulsión de migrantes, la urgencia de bajar los impuestos y la promesa de que Estados Unidos fuera grande otra vez. (¡Make América great again!).

Gracias a los datos de Facebook, Bannon y CA diseñaron una propaganda reforzando los prejuicios de la gente a favor de la agenda trumpista y en contra de la de Hillary Clinton.

Así, todo lo que decía Trump era verdad y todo lo que decía Hillary mentiras. Más triste todavía, todo lo que publicaban los medios tradicionales era fake news y la verdad absoluta se encontraba en Facebook.

CASO CHICOMUSELO

El término fake news se hizo popular en 2016, precisamente en el año que Trump ganó la presidencia de Estados Unidos. A partir de entonces se usa para referir todo lo que tiene que ver con una noticia no contrastada, no verificada y con informaciones en forma de bulos que, además, se expanden y viralizan a través de las redes sociales. Fue el caso de la supuesta matazón en Chicomuselo en días recientes.

Yo vi la noticia del presunto enfrentamiento entre supuestos grupos criminales en Facebook, y la “noticia” (así entre comillas), que inclusive manejó una cifra de 20 muertos, se dispersó con celeridad en los grupos de WhatsApp y hasta tuvo resonancia en algunos medios de la prensa nacional que, igual que muchos chiapanecos, cayeron en la trampa. En lugar de consultar a otros medios o reporteros locales para constatar la veracidad de los hechos, publicaron a ciegas. Aunque esto, muy sospecho, también hace pensar que pudieron prestarse a la estafa.

Reconozco, por otro lado, la respuesta inmediata y el manejo que hizo al respecto el Gobierno del Estado. No mató el rumor con otro rumor. No trató de ocultar los hechos, ni señaló a nadie. Sólo dijo la verdad, proporcionando información real y verificable de lo que estaba ocurriendo en Chicomuselo: un municipio que está en paz.

Algo más. Las imágenes que se usaron pertenecen a otra localidad que nada tiene que ver con Chiapas. Y es clara la intención de polarizar el ambiente político y generar entre la población el sentimiento de inseguridad y desconfianza en las autoridades locales.

Además, hay que saber que existen dos bases de operación permanentes en la Sierra Mariscal, donde se encuentra ubicado Chicomuselo, que trabaja en guardar el orden y la paz social. En éstas participan más de 250 elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Y en todo el estado hay 9 mil 989 elementos que integran el aparato de seguridad chiapaneco.

¡ABUSADOS!

Así, ¿cuál enfrentamiento? ¿Cuáles 20 muertos? ¿Cuál inseguridad? Nada hay de eso.

Lo que hay es seguridad, misma que puede ser comprobada por distintas instituciones, como el Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública, que coloca a Chiapas entre los tres estados más seguros del país.

A más, si Chiapas no fuera seguro, ¿cómo es que empresas extranjeras han invertido enormes capitales en la entidad, permitiendo la creación de 26 mil 500 empleos y que seamos el segundo estado de la República con el mayor crecimiento del Producto Interno Bruto?

Pongámonos abusados para no caer en la trampa. Pues ahí dentro, en las redes sociales, se esconden jaurías políticas que babean por manipular, controlar y jugar con la mentalidad de los chiapanecos.yomariocaballero@gmail.com

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *